Juan Carlos Prego sintió miedo en aquellos días de
diciembre. Su joven esposa se debatía entre la vida y la muerte tras dar a luz
a la pequeñita Breysi en el Hospital Iván Portuondo, de San Antonio de los
Baños. Con 38 semanas y unos días le habían inducido el parto, y todo parecía
salir bien hasta que un notable descenso de la hemoglobina preocupó y ocupó al
personal médico del centro.