Cargaron con guitarras, versos, poco equipaje y muchas ganas
de compartir experiencias, intercambiar y dialogar sobre algo que los une más
allá de las diferencias de edad, sexo o nivel de escolaridad; son martianos y
llevan en sus mentes una idea clara: no dejar morir jamás las ideas del
Apóstol.
Fueron unos 120 los que desembarcaron en San Antonio de los
Baños este 19 de mayo, justo cuando se cumplían 122 años de la muerte de José
Martí. La primera parada fue en el CDR 8, en la zona 17, donde compartieron con
los vecinos y fueron testigos de la entrega a un grupo de jóvenes del carné que
les identifica como miembros de los Comités de Defensa de la Revolución,
organización creada por Fidel para salvaguardar la Revolución.
Hasta el cercano Bosque Martiano llegaron con el ímpetu de
quien anhela sentirse más cerca del Apóstol. Emotivo fue el recorrido por ese
espacio natural donde Felo, su fundador, ha logrado reunir las más de 50
especies de plantas mencionadas por Martí y volvió a sonar la réplica de la
campana de La Demajagua, símbolo de libertad.
Un caguairán crece desde entonces en áreas del bosque, fruto
de esta acampada en la que participaron militantes de la UJC, estudiantes de
diferentes enseñanzas, miembros de la Sociedad Cultural José Martí (SCJM), del
Minint y las FAR, según precisó Bárbaro Reyes, especialista que atiende el
trabajo juvenil en la SCJM.
La cita fue propicia para el diálogo de generaciones sobre
un tema trascendental: El papel de los jóvenes martianos en el presente y
futuro del Socialismo.
La acampada estuvo dedicada además al Festival Mundial de la
Juventud y los Estudiantes, a celebrarse este año en Rusia, y se volvió a
reafirmar el compromiso de los jóvenes con el legado de Martí y Fidel.
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