miércoles, 7 de marzo de 2018

Cuidar el espejo del alma


En el tránsito hacia la adolescencia son muchos los que experimentan grandes trastornos de la personalidad debido a afecciones del cutis, típico de esta edad. Sin embargo, esto no debe quitarle el sueño a ninguno. Al contrario, deben actuar a tiempo y acudir a un especialista en dermatología, el más indicado para orientar un tratamiento.

En muchos casos, con solo mantener la higiene personal del cutis se resuelven estos problemas. En ls muchachas el cuidado es mayor. Para mantener la belleza cuidan mucho su apariencia, no así con los varones, quienes, muchas veces por prejuicio, evitan las limpiezas de cutis, ideales para quitar la suciedad, eliminar las células muertas y suavizar la piel.
La alimentación también es clave para mantener un rostro fresco y saludable.

Un rostro saludable
Nuestra cara es lo primero que mostramos al mundo, y una parte importante de nuestro cuerpo. Los músculos faciales encierran nuestras emociones, expresiones, nuestras preocupaciones, nuestras tristezas y alegrías. Por tal motivo esta delicada estructura suele estar sujeta a una tensión y un estrés continuo que provoca la pérdida de elasticidad de la piel y los músculos.
Dedicarle unos minutos diarios le trae beneplácito a la misma y a otras partes del cuerpo ya que en ellas se encuentran gran cantidad de reflejos que activan puntos claves del mismo. Para mantenerla en perfectas condiciones de funcionamiento requiere una atención regular en forma de baño de agua, de aire, de sol, además de la alimentación y fricciones en forma de masajes.
Son múltiples los beneficios de estas pequeñas atenciones. Con el tiempo, mejora la textura, aumenta la secreción sebácea y sudorípara por los poros beneficiando otros órganos de eliminación, facilita la transpiración, ayuda a la absorción de materias grasas y acelera la eliminación de sustancias de desechos de la piel y su descamación.
Además, mejora la circulación capilar sanguínea; retrasa la aparición de arrugas y mejorar las existentes; ayuda a que el tejido conectivo esté más elástico y maleable; favorece la renovación del colágeno y elastina, previniendo el envejecimiento prematuro, al tiempo que seda y calma.
El mayor órgano de eliminación corporal es la piel. Trabajando sobre esta estimulamos todas sus funciones: respiración y absorción, eliminación y desintoxicación, termorregulación de protección, función táctil y delimitación y contacto.
Para que todas estas funciones se realicen a plena cabalidad cada individuo debe lavarse la cara a la hora de bañarse y a la hora de acostarse con agua del tiempo y el jabón adecuado o gel según su cutis, secarse apretando suave o dejar que se seque sola.
Si sufre de acné o de infección debe lavarse la cara con jabón por la mañana y debe secarse con toallas hervidas, no dormir con el cutis sudado, con impurezas, ni maquillajes, poner toallitas o pañitos bien fríos que cubran la cara por la mañana, evitar el sol fuerte desde las 12:00am a las 3:00pm y no llevar las yemas de los dedos a la cara al no ser para lavarla o aplicarle medicamentos o cremas.

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