viernes, 27 de septiembre de 2013

Un desafío a la cordura




Pensé que esperarían a que la lluvia disminuyera su intensidad. Pero ni eso los frenó. Justo a la hora planificada salieron del Bosque Martiano del Ariguanabo y emprendieron sus pasos rumbo a San Pedro, donde plantarían la Ceiba número 81 de su recorrido por Cuba, por el camino de las cien ceibas, el que antes trazaran Martí, en su ruta de Cajobabos a Dos Ríos; y Maceo y Gómez en su epopéyica invasión al occidente del país.

Este trayecto de 12 kilómetros fue especial. A los cinco jóvenes les acompañó René González Scheweret, junto a su esposa Olga, y una andanada de ariguanabenses que irrespetaron el torrencial aguacero.
Cada gota parecía llenarles de energía, de consignas y razones para luchar. Y el pueblo también desafió a la lluvia y salió a las calles a contemplarlos, pues los que hacen grandes cosas nunca pasan inadvertidos.
Una vez le oí decir a René que confiaba en los jóvenes, pues construyen el futuro de todos los países y hacen avanzar a la humanidad. Esta fue quizás una reafirmación de sus palabras, porque les acompañó como uno más, con la misma energía y la entereza, dando el ejemplo, pero dejándolos ser protagonistas de esta historia.
Y había que verlos. Después de 60 días de loco andar, de perderse por uno que otro camino y retomar la marcha con la ayuda de algún campesino, los cinco muchachos se ven frescos, con ganas de seguir y llegar hasta el Cabo de San Antonio, con ganas de plantar más ceibas y ganarse más amigos.
Reynaldo, Liliana, Alex, Jesús y Luis Enrique anduvieron esta semana por nuestra provincia, plantando ceibas y robando corazones. Su iniciativa es otra de las muchas acciones de la juventud cubana por defender a los Cinco y apoyar a la Revolución Bolivariana de Venezuela. 
 
El trayecto de locos que iniciaron en la punta de Maisí pronto llegará a la meta, y entonces buscarán algo que hacer. Ojalá sea un nuevo desafío a la cordura.  

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