jueves, 29 de mayo de 2014

Realmente no es Malo

Siempre que le preguntan su nombre dice que es El Malo. Tiene apenas unos ocho años y comparte su día entre la calle y la escuela. Busca en cada casa una familia, una madre que le de cariño, un padre que le pregunte por lo que aprendió en la escuela, hermanos, tíos, abuelos. El Malo anda siempre persigueindo a quién abrazar y a quien dar cariño, aún cuando su madre, su padre y el resto de su familia están vivos y algunos muy cerca de él, conviviendo, o mejor dicho, malviviendo, en el mismo lugar.

Dicen que hace maldades, y que anda pidiéndole dinero a las personas, que ha tirado una que otra piedrecita y que corretea sin zapato por las calles, que sale de la escuela directo a mataperrear o toca en las puertas de las casas como queriendo derribarlas.
Quienes hablan así solo han visto la fachada del niño, y no han querido buscar en su corazón. A la casa llegó un día, hace algún tiempo, y le pidió a mi papá una llanta vieja para rodarla por la acera, y creo que dos pesos para comerse un dulce, y desde entonces va casi todos los días. Unas veces se lleva algo de comer, otro día otra llanta para jugar, pero creo que lo más valioso que se lleva y por lo que va muy a menudo es por el cariño.
Al principio derrumbaba el portón, pero bastó un regaño de mami para que no lo hiciera más, y unos cuantos de mi papá para que se comportara mejor. Con solo decirle que no lo íbamos a querer más corrigió su conducta.
Y ni hablar de Maykol, parece que se llevan bien y hasta uno pregunta por el otro cuando hace días que no se ven. Puede que de ahí salga una buena amistad.
Por como pregunta creo que será Periodista, y parece bastante inteligente. Nada más ve a Maykol, mi sobrino, hacer algo en la computadora y al segundo ya lo está repitiendo sin muchas explicaciones. Y sabe de Matemáticas hasta lo que su corta edad le permite, y habla con buena pronunciación.
Su casa parece ser el espacio donde peor está, y a juzgar por la efusividad de sus abrazos creo que lo que más necesita es cariño y afecto, más allá de las carencias materiales que pueda tener. No le puedes pedir a alguien que sea bueno si no le has dado el suficiente afecto, y las suficientes razones para comportarse bien ante la sociedad.
Pero creo que El Malo tiene potencialidades para convertirse en un hombre de bien, y ser mejor que el entorno en el que le tocó vivir. Tal vez sea por eso que le abrí la puerta un día y no se la pienso cerrar, porque tengo fe en el mejoramiento humano, y en que algún día perderá ese dichoso calificativo. Por lo pronto ya se su nombre y se lo sustituí por el de Malo, y le digo todos los días que cuando le pregunten su nombre diga el verdadero.
No puede ser malo sencillamente porque tiene buenos sentimientos, porque si hace cosas malas se debe a que nadie la explicado cómo hacerlas bien. Se me aguaron los ojos el día de las madres. Mi papá le había regalado cinco pesos para que se comprara un helado y pocos minutos después regresó con un adornito de regalo para mí. Con su corta edad había renunciado a tomarse un helado por traerme un regalo, debe ser por eso que coloqué el puerquito en un lugar especial de mi cuarto.
El otro día mi hermana fue a la escuela a recoger a mi sobrino, pues los dos están en la misma escuela, y El Malo corrió a abrazarla, como también lo hace cuando ve a mi mamá o a mi papá.
Esta tarde, cuando llegue a la casa, ojalá ver a mi sobrino y a ese otro pequeño sentados en la computadora o jugando en el patio. De seguro me ganaré dos abrazos y esatré más convencida de que él no es tan malo.

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