domingo, 23 de septiembre de 2018

Cuando los áridos no alcanzan

Las ganas de trabajar no bastan cuando de producir materiales de la construcción se trata. Hacen falta arena, cemento, polvo, moldes y un mínimo de equipos hasta para la fabricación más artesanal. Eso lo saben los hombres y mujeres del módulo de producción local de materiales de la construcción de Alquízar, hoy limitados por la escasez de áridos, según precisó Yuraska García, su jefa.

En julio fue la última entrada de arena, dijo, apenas cinco metros cúbicos que les fueron transferidos desde San Antonio de los Baños, en tanto el polvo -en falta desde hace dos meses-, lo obtienen moliendo piedras mucho el trabajo, máxime en esta época de lluvia, pues cuando se moja la piedra no pueden moler. Tampoco existe la variante de mantenerla bajo techo, al carecer de un espacio para tal fin.
Las limitaciones con la materia prima los obligan a producir solo bloques de 10 y 15 x 40, y de 10 y 15 x 50, en números muy por debajo de la capacidad instalada: cuatro máquinas que pueden hacer diariamente 300 bloques cada una.
Asimismo, producen tanques de agua de 1 200 litros, losa canal y mes tas con y sin hueco, y cuando la materia prima lo permite hacen losas hexagonales, columnas y marcos de puertas y ventanas de hormigón fundido.
Otra de las prioridades de este programa de producción local, los elementos de piso, llegan desde San Antonio de los Baños y Güira de Melena, ya que en el municipio no existe ningún productor.
Los 12 trabajadores directos a la fabricación ven afectados también sus ingresos, a la par que los pobladores están limitados de adquirir producciones sin dudas mucho más económicas: el precio de comercialización de los bloques oscila entre 2.95 y 4.05, según el tamaño; el tanque de agua tiene un valor de 545.35; las mesetas cuestan 75.90; la losa canal a 164.35; y los marcos de puertas y ventanas apenas llegan a los 45 pesos, por solo citar unos ejemplos.
La comercialización de todo cuanto elaboran corre a cargo de la tienda de materiales de la construcción de la localidad, con la cual deben tener una comunicación directa, pues no existe un transporte para trasladar hasta allá los elementos. “El cliente efectúa la compra con ellos, y viene a cargarlos aquí”, precisó la directiva.
Añadió que, según les han informado, a finales de este año debe entrar un grupo de equipos procedente de un donativo, que ampliará la capacidad de producción de este módulo. Faltan entonces que la arena, el cemento y la gravilla también acompañen a este colectivo, en el afán de producir materiales que se acerquen más al poder adquisitivo de los más humildes… y permitan recuperar el fondo habitacional.

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